Microsoft continúa invirtiendo fuertemente en la industria del juego sin disminuir la velocidad. Uno de los ejemplos más concretos de esto es el acuerdo de Activision Blizzard anunciado el año pasado. El gigante tecnológico adquirió al desarrollador de juegos como Call of Duty y World of Warcraft por 68.700 millones de dólares. Sin embargo, a pesar de la fortuna pagada, las cosas no van como Microsoft esperaba. Con esta inversión, la empresa se ha convertido en un objetivo para las autoridades de competencia en muchos países diferentes y recientemente defendió el acuerdo de Activision en una demanda de jugadores en un tribunal de EE. UU. Aquí están los detalles…
Microsoft defenderá el acuerdo de Activision en la demanda de los jugadores en la corte de EE. UU.
Microsoft está defendiendo su adquisición de Activision Blizzard por $ 69 mil millones en un tribunal federal de EE. UU. Hoy, frente a una demanda de los jugadores de videojuegos que afirman que el acuerdo dañará la competencia de la industria. Si se completa, el acuerdo se convertiría en el más grande en la industria del juego. Incluso es posible decir que el acuerdo de 68.700 millones de dólares sería uno de los acuerdos más caros de todos los tiempos. Sin embargo, nada está cerrado todavía. La jueza federal de distrito, Jacqueline Corley, decidirá si emite una orden judicial preliminar para detener la adquisición.
En su defensa más simple, Microsoft argumenta que el acuerdo beneficiará a los jugadores y solicitó al juez que deniegue la orden judicial. Pero, ¿las preocupaciones de los jugadores reflejan la verdad? Mirando el pasado de Microsoft, vemos que lanzan juegos tanto en consolas como en PC. Sin embargo, también vemos que la consola es exclusivamente Xbox, dejando fuera a PlayStation. Si bien esto puede haber sido natural antes, la adquisición de Activision Blizzard podría cambiar eso.
La gente está preocupada por la posibilidad de que juegos como Call of Duty sean excluidos de estas plataformas. Sin embargo, la empresa afirma que no hay nada que temer y que tal movimiento los llevaría a la bancarrota. Aún así, parece imposible decir nada con certeza. Afortunadamente, las manos de la compañía están atadas por ahora, sin importar cuáles sean sus planes. Las demandas están en curso en muchos países, como los EE. UU., la UE y el Reino Unido, y no parece que terminen pronto.