En un movimiento destinado a mantener el dominio en el campo de la inteligencia artificial (IA) y abordar las preocupaciones sobre posibles aplicaciones militares, se informa que Estados Unidos está considerando implementar nuevas restricciones a la exportación de chips de IA a China. Según un informe del Wall Street Journal, el Departamento de Comercio de EE. UU. podría detener los envíos de chips fabricados por Nvidia, Advanced Micro Devices (AMD) y otras empresas de chips a clientes en China a partir de julio.
Las restricciones propuestas han provocado una caída en los precios de las acciones de los principales fabricantes de chips. Tras la noticia, las acciones de Nvidia (NVDA.O) cayeron más del 2 %, mientras que Advanced Micro Devices (AMD.O) experimentó una caída de aproximadamente el 1,5 % en el comercio extendido.
Las deliberaciones dentro del gobierno de los EE. UU. destacan las preocupaciones de la Casa Blanca sobre los posibles avances tecnológicos realizados por China en el campo de la IA y las implicaciones posteriores para la seguridad nacional. Al endurecer las restricciones comerciales, EE. UU. tiene como objetivo mantener su liderazgo en tecnología de inteligencia artificial y evitar que Beijing la aproveche con fines militares.
Nvidia, Micron y AMD se encuentran atrapados en el fuego cruzado entre China y la administración Biden a medida que aumentan las tensiones. En septiembre pasado, Nvidia recibió una solicitud de los funcionarios de EE. UU. para dejar de exportar dos chips informáticos de primer nivel diseñados específicamente para el trabajo de IA a China. En respuesta, la empresa introdujo el chip A800 en China para cumplir con las normas de control de exportaciones. Además, Nvidia modificó su chip insignia H100 a principios de este año para cumplir con el panorama regulatorio en evolución.
Sin embargo, las nuevas restricciones que está considerando el Departamento de Comercio de EE. UU. irían aún más lejos y podrían prohibir la venta de chips A800 sin una licencia especial de exportación de EE. UU. Si se implementan, estas restricciones podrían afectar significativamente las operaciones y los ingresos de los fabricantes de chips que operan en los mercados de EE. UU. y China.
Las tensiones comerciales en curso entre las dos naciones continúan planteando desafíos para las empresas que operan en la industria de los semiconductores. A medida que persisten las preocupaciones geopolíticas, las partes interesadas de la industria están monitoreando de cerca los desarrollos y preparándose para posibles interrupciones en la cadena de suministro global.