Si en un año se ha escuchado hablar de las criptomonedas mas que nunca ha sido en este 2020. Cada vez se extiende y familiariza más esta palabra que nombra todo un concepto el cual nos permite un sinfín de nuevas oportunidades financieras. Precisamente de eso y todo lo relacionado con las también llamadas criptodivisas estaremos tratando en esta guía; para que puedas conocer convenientemente este mundillo y descubras nuevas posibilidades.
Que son las criptomonedas y sus diferentes tipos
Primeramente vamos a explicarte que son las criptomonedas y la definición como tal de las mismas es bastante simple, aunque su trasfondo no tanto. Se trata de un medio digital de intercambio en el que la moneda es virtual y creada por un código computarizado. Estas son monitoreadas por un protocolo de Internet P2P y a diferencia de las divisas convencionales son descentralizadas; o sea, no son controladas ni supervisadas por ningún gobierno.
Así como el dinero real se guarda en billeteras, algo parecido ocurre con las criptodivisas ya que estas se encuentran en carteras virtuales (wallets). Estos “monederos” no son más que aplicaciones donde se registran todas las operaciones; quedando protegidas en una base de datos distribuida o cadena de bloques apropiadamente conocido como Blockchain.
La creación de estas monedas virtuales es a través de “minería “; un proceso en el que los mineros (personas o empresas con potentes computadoras) son los encargados de gestionar todas las transacciones y generar nuevas unidades. Luego de sincronizar verificar y certificar las operaciones de cada participante; añaden esos registros al libro público mayor de la criptomoneda, beneficiándose con una pequeña comisión, lo que las hace muy rentables.
Existen más de 1700 tipos diferentes de criptodivisas a partir de la creación del Bitcoin en 2008 y la cifra sigue en aumento. Por nombrar algunas otras que están entre las más populares se encuentran Ethereum, Ripple, Dash, y la conocida como “plata digital” Litecoin; considerada una descendiente del Bitcoin por su propia comunidad. Aunque obviamente existen algunas diferencias en el mecanismo de operación y su valor, todas se basan en el mismo principio.
Características propias de las criptomonedas
Ahora sería oportuno repasar algunos de los conceptos más importantes que deberíamos tener en cuenta y que principalmente caracterizan y diferencian a las criptomonedas. Lo primero que resulta importante aclarar a la hora de comercializar con criptodivisas es que no contamos con la misma protección legal; dada su naturaleza los pagos realizados son irreversibles, a menos que el vendedor te regrese tu dinero no hay a quien reclamar.
Otra de las ideas que pueden generar confusión es que tan real es la existencia de las criptomonedas al compararlas con el dinero fiduciario; sin embargo estas no son creadas a partir de una deuda, sino que se representan a sí mismas. Por otro lado su valor no está ligado al estado de una economía, sino que depende del compromiso de los usuarios por mantener su precio. Por ahora se tratan como una materia prima en la que la inversión depende de la especulación de bajadas o subidas en su valor.
También a diferencia de las monedas convencionales, el suministro de criptodivisas es controlado por cronogramas escritos en sus códigos. Con el paso del tiempo estas van disminuyendo y de esta forma se puede estimar el abastecimiento futuro de manera totalmente transparente. Así tienes conocimiento de las reservas reales de cada una de ellas en todo momento lo que genera más confianza en los usuarios.
Sus principales ventajas
Una vez comentados los conceptos básicos de las criptomonedas, conviene conocer que ventajas traen consigo su utilización. Como habrás podido darte cuenta si analizabas las explicaciones anteriores, las peculiaridades de estas monedas les otorgan ciertas características especiales que las hacen únicas. Por supuesto que no todo es perfecto, pero dejando de lado sus inconvenientes por ahora, las virtudes que poseen las hacen muy útiles.
- Bajísimas tasas e impuestos: La mayoría de transacciones internacionales tiene tarifas elevadas y algunas cobran hasta impuestos; en el caso de las criptodivisas como el mismo Bitcoin, estos costos se reducen al mínimo, que ronda un 1% regularmente.
- Libertad, simplicidad y rapidez: No necesitas ningún permiso ni autorización para usar criptomonedas y puedes utilizarlas para lo que desees siempre que no infrinjas la ley. Además las operaciones funcionan de manera más rápida y transparente que las transferencias bancarias tradicionales; basta con saber la “wallet” a pagar, definir el monto y ejecutar la transacción para que se haga efectiva en pocos minutos.
- Elevados niveles de privacidad y seguridad: Los datos y fondos que corresponden a cada usuario están bajo una fuerte criptografía considerada inquebrantable; estos solo son accesibles mediante su correspondiente clave privada. A menos que quieras revelar tu identidad, siempre estará oculta, pues para operar únicamente se necesitan una dirección wallet de origen y otra de destino.
- Disponibilidad y alcance mundial: La red de criptomonedas funciona a nivel global y gracias a eso se puede utilizar desde cualquier lugar en el que te encuentres. Es posible tanto enviar como recibir ese dinero mediante transacciones internacionales, y debido al respeto que se ha ganado este en los últimos años; cada vez más empresas y entidades se suman y aceptan pagos con la misma moneda digital.