La guerra comercial entre Estados Unidos y China se está calentando y China está comenzando a contraatacar. En un movimiento que podría tener importantes implicaciones para la industria mundial de semiconductores, China anunció que ya no permitirá que Estados Unidos exporte ciertos componentes clave al país.
Los componentes en cuestión se utilizan en la producción de chips de memoria y su ausencia podría tener un gran impacto en la producción de teléfonos inteligentes, computadoras y otros dispositivos electrónicos. Estados Unidos es el mayor productor mundial de chips de memoria y China es el mayor consumidor mundial. Esto significa que la decisión de China podría tener un gran impacto en el suministro global de chips de memoria.
La medida se considera una represalia por la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a los productos chinos. Los aranceles ya han tenido un impacto negativo en la economía china, y China espera que su último movimiento presione a Estados Unidos para que retroceda.
Estados Unidos aún no ha respondido al último movimiento de China, pero es probable que los dos países continúen intercambiando críticas en las próximas semanas y meses. La guerra comercial está teniendo un impacto negativo en ambas economías y no está claro cuándo terminará.
Mientras tanto, el fabricante de memorias más grande de los Estados Unidos, Micron Technology, está sintiendo el calor. La empresa depende de China para una parte importante de sus componentes, y los aranceles y las restricciones a la exportación dificultan que Micron se mantenga al día con la demanda.
Micron ya ha anunciado que recortará la producción y despedirá empleados. La compañía también advierte a los inversionistas que sus ganancias serán más bajas de lo esperado en los próximos trimestres.
La guerra comercial está teniendo un gran impacto en la industria mundial de semiconductores y no está claro cuándo terminará. Mientras tanto, empresas como Micron están sintiendo el dolor.