China ha acelerado sus esfuerzos en el sector de la tecnología espacial, marcando un nuevo capítulo en la carrera global por los servicios de Internet basados en satélites. Este desarrollo se produce cuando la iniciativa de megaconstelación satelital G60 de China en Shanghai entra en producción, desafiando directamente el programa Starlink de SpaceX .
Los satélites G60 se enfrentarán al Starlink de Tesla
Ubicada en la base industrial G60 Starlink, la nueva planta de producción digital en Shanghai, respaldada por el gobierno municipal, ha comenzado a desplegar satélites comerciales. Este avance es parte de una estrategia más amplia de China para fortalecer su posición en el mercado de satélites comerciales, que se considera cada vez más como un área clave en la innovación tecnológica y la competencia internacional.
Con planes de lanzar y operar al menos 108 satélites para 2024, la fábrica tiene como objetivo establecer una cadena industrial global competitiva para 2027. La impresionante capacidad de producción de la fábrica de 300 satélites por año marca un importante paso adelante, reduciendo drásticamente el tiempo de construcción de satélites de meses. a sólo un día y medio.
Sin embargo, es importante señalar que la tasa de producción de China todavía está por detrás de la del Starlink de SpaceX , que produce seis satélites diariamente. Esta brecha pone de relieve la naturaleza competitiva del sector y los desafíos que enfrenta China para alcanzar a los actores establecidos.
El ambicioso proyecto G60 Starlink de China, junto con la red nacional Guo Wang, muestra la determinación del país de igualar y potencialmente superar al Starlink de Elon Musk . El proyecto G60, que comenzó en 2016, ha cobrado impulso con el apoyo del gobierno de Shanghai y la importancia estratégica de las capacidades de fabricación de alta tecnología de la región del delta del río Yangtze.
Dado que se espera que la industria de la información aeroespacial crezca significativamente para 2025, la incursión de China en este sector es más que un simple esfuerzo tecnológico; es un movimiento estratégico en el panorama económico global. La megaconstelación del G60 no es sólo una hazaña en tecnología satelital sino también un componente crítico en una cadena industrial que incluye servicios de datos, inteligencia artificial y aprendizaje profundo, esenciales para procesar grandes cantidades de datos provenientes de satélites.
Este desarrollo apunta hacia la creciente importancia de los servicios de Internet basados en satélites y la intensificación de la competencia global para dominar este mercado floreciente. Mientras China sigue avanzando, el mundo observa cómo esta carrera dará forma al futuro de la conectividad global a Internet y la supremacía tecnológica.