Chrome es, sin duda, uno de los navegadores web más populares. Como casi todos de los productos que crea Google durante muchos años ha disfrutado de un éxito indiscutible. Sin embargo, poco a poco, han aparecido otros con la firme intención competir con el gigante y, por qué no, llegar a ocupar su lugar. Hasta hace no mucho, con las alternativas de Microsoft fuera de juego, Firefox era la principal alternativa para quienes renegaban de Chrome, pero todo ha cambiado. Hace un tiempo, otro producto se sumó a esta lucha y su nombre es Brave Browser.
Firefox, si bien fue capaz de ofrecer una digna alternativa, posee algunas características que han resultado obstáculos insalvables. Por ejemplo, no era compatible con todo como Chrome, sus extensiones eran diferentes y no lograba imprimir una velocidad lo suficientemente atractiva al sistema. Eso hizo que muchos de los que optaron por el navegador del zorro, acabaran por volver a Chrome.
Por fortuna para aquellos que quieren buscar una nueva alternativa al navegador de Google, Brave tiene unas particularidades que lo hacen muy interesante y competitivo. Uno de los principales motivos es que Brave está construido en la plataforma Chromium, un proyecto de código abierto mantenido por Google sobre el que se desarrolló el navegador Chrome. Por lo tanto, admite casi todas las extensiones de los de Mountain View.
Brave es de uso gratuito. La compañía consigue sus ingresos gracias un innovador modelo en el que los usuarios pueden habilitar anuncios en ciertos sitios y ganar Basic Attention Token (BAT) para ver contenido de pago. Luego pueden gastar estos ‘tokens’ para «dar propina» a los creadores, como Wikipedia, que acaba de convertirse en un editor verificado en el navegador. Esto representa una reinvención del mercado publicitario en línea y es un intento ambicioso de devolver el poder sobre el contenido publicitario a los usuarios.
Pero además, hay cuatro aspectos más en los que Brave Browser destaca: seguridad, velocidad, recompensas y privacidad. Es una herramienta ágil diseñada para protegerse de forma inteligente contra el seguimiento. También viene con bloqueadores de anuncios integrados, redireccionamiento HTTPS y otros ‘tips’ de privacidad. Debido a que elimina muchos de los ‘scripts’ e imágenes asociados con los anuncios en la web, los sitios que se ejecutan en Brave se cargan mucho más rápido: hasta el doble de rápido en el escritorio y ocho veces en el móvil. Pero veamos cada una de estas características con mayor detalle.
Seguridad
Chrome es un producto de Google, por tanto, siempre está conectado al ecosistema de Google. Esto significa que almacena datos de usuario como ubicación, inicios de sesión, etc. Ello supone una constante invasión de nuestra privacidad. Algo que, en cambio, no ocurre con Brave.
Este navegador dispone de una amplia gama de funciones de seguridad. El menú de seguridad, ubicado a la derecha de la barra de direcciones, ofrece un excelente resumen de todo lo que está bloqueado o permitido en la página abierta y también permite controlar su configuración, pudiendo manejar puntos como la protección de seguimiento, forzar conexiones HTTPS y bloquear secuencias de comandos, cookies y reconocimiento de dispositivos.
De manera predeterminada, el navegador usa HTTPS Everywhere para obligar a los sitios web a usar conexiones seguras. Si lo desactivas o ingresas a un sitio web que no ofrece el protocolo, se te presenta una advertencia clara que incluye un símbolo y un texto que dice «no es seguro». El bloqueador de anuncios incorporado también es excelente para la seguridad porque los anuncios pueden ser vehículos para ‘malware’ o rastreadores. Además, puedes establecer una contraseña para proteger tus inicios de sesión guardados en el móvil, lo que mantiene tus datos seguros en caso de pérdida o robo del teléfono.
Velocidad
Otro aspecto en el que Brave ataca a Chrome es la velocidad. Mientras que el programa de Google pesa 1,8Mb Brave se queda en 1.24Mb. En consecuencia el navegador del león tiene una mejor velocidad de carga.
Además, no admite anuncios publicitarios y rastreadores de anuncios, lo que permite que un sitio web se cargue, según afirma en su web, hasta 8 veces más rápido. Pero, a pesar de estas restricciones publicitarias, el navegador ‘valiente’ permite la visualización de anuncios textuales en el resultado de búsqueda en Google y otro tipo de contenidos de menor peso e intromisión.
Estética y personalización
La estética es otro de los puntos fuertes de este programa que quiere robar a Google su hegemonía. Aunque, sin duda, el de Google ofrece una estética muy atractiva para cualquier usuario, la de Brave no se queda atrás. Además, esta última ofrece un interesante modo oscuro en todas las plataformas en las que está disponible.
Además, también es una herramienta muy versátil en cuanto a las opciones de personalización. Entre otras, puede elegir el motor de búsqueda, aunque DuckDuckGo es el que viene predeterminado por ser el más seguro. También se puede escoger un fondo de pantalla en Brave Web Store, con muchas alternativas: desde arte abstracto hasta maravillosos paisajes.
Funcionalidad
En cuanto a la funcionalidad, no tiene muchas diferencias con Chrome. Si bien es cierto que no puedes iniciar sesión en tu cuenta de Google, todas las extensiones con las que cuenta la versión de los colorines están también disponibles en este otro programa. De hecho, es posible instalar cualquier extensión de Google Chrome desde Chrome Web Store.
Intimidad y privacidad
Este es el punto más fuerte de Brave con respecto a cualquier otro navegador disponible. Con él, se pueden utilizar dos tipos diferentes de pestañas ‘privadas’. La primera a la que se accede haciendo click en ‘Nueva ventana de pestaña privada’, utiliza una tecnología sin seguimiento similar a la ventana de incógnito en Chrome.
La segunda opción, la ‘Nueva ventana privada con Tor’, lo que hace es que el usuario se convierta en alguien completamente anónimo o invisible para el proveedor de servicios, el empleador o el sitio web que está visitando. Para ello aprovecha la tecnología del conocido programa de la cebolla, un clásico entre los que intentan esconder todos sus pasos por la red.
Recompensas para el usuario
Por último, no queremos dejar de hacer referencia a otro elemento que lo diferencia muchísimo del resto del mercado. Brave recompensa a sus usuarios a través de su plataforma de publicidad digital basada en Blockchain. Tanto los creadores de contenido como sus usuarios son recompensados a través de su criptomoneda nativa conocida como BAT. Los usuarios también reciben ‘tokens’ gratis cada mes.
Actualmente, el valor de BAT se sitúa en el entorno de 0.189 dólares y cualquier usuario puede comerciar con sus monedas. Además, el BAT cotiza en más de 10 intercambios y el ROI de BAT es del 12,67%. Cualquier puede hacerse con algunos de ellos en la plataforma Binance.
Con todos estos elementos, parece claro que los creadores de Brave Browser se han tomado muy en serio la tarea de asaltar la hegemonía de Chrome. Sin duda, ofrece incentivos muy interesantes para lanzarte a probarlo. La pregunta es si la intención basta para seducir al gran público.
Puedes descargar Brave Browser desde aquí